Corrupción: daños colaterales

La corrupción tiene innumerables efectos negativos en una sociedad. Los más visibles son los económicos: no solo las coimas que se entregan a funcionarios corruptos representan una pérdida para el país. Hay además costos en ineficiencia al contratar empresas corruptoras y costos administrativos al favorecer procesos viciados. Sin embargo, la corrupción también tiene efectos dañinos y duraderos que no son tan visibles. Me refiero a los desincentivos que genera en el aparato burocrático actual y futuro, incluyendo perfiles técnicos y técnico-políticos.

Todo buen administrador sabe que la motivación de un empleado no depende exclusivamente del salario que recibe. Hay factores adicionales que motivan a ser productivo y comprometido con el trabajo: el ambiente laboral, el potencial de carrera, la estabilidad, las capacitaciones técnicas, entre otros. Expertos en cultura organizacional agrupan estos elementos en motivaciones objetivas y subjetivas. En el primer grupo hablamos de compensaciones económicas y beneficios materiales. En el segundo grupo están las motivaciones simbólicas que suelen ser más importantes a medida que los perfiles son más altos en jerarquía y profesionalismo. Por ejemplo, un ejecutivo de alto nivel es menos probable que se cambie a otra empresa solamente por el salario: él va a analizar con anticipación el prestigio, el liderazgo, la marca y la percepción pública de esa organización. Esto lo hace porque sabe que –a la larga– el prestigio del lugar de trabajo se contamina al prestigio del trabajador.

Al ubicar estos elementos en el contexto actual ecuatoriano encontramos un agravante. En los últimos 10 años el aparato burocrático ecuatoriano se racionalizó con la eliminación de la tercerización y la vigencia de la nueva Losep. La burocracia creció en alrededor de 90.000 servidores, llegando a una masa cercana al medio millón de trabajadores. No obstante, hubo una característica particular: aproximadamente el 40% de los nuevos burócratas son menores a 35 años. Según el INEC, el promedio de edad de los empleados públicos en Ecuador en el 2007 fue de 46 años, al 2014 esta cifra bajó a 41 años. Esto significa que la nueva burocracia ecuatoriana está más alerta a las condiciones laborales de su organización puesto que aún tiene tiempo de decidir si continuar con su carrera en el sector público. El burócrata joven, al observar que existen actos de corrupción, necesariamente va a pasar por la reflexión de cuan conveniente es continuar en ese camino institucional. Por supuesto, esto es igual de probable si el empleado trabaja en una empresa privada afectada por escándalos de corrupción. Sin embargo, la incidencia es menor porque la corrupción está más asociada hacia el manejo de fondos públicos.

El burócrata podría asimilar el mensaje de que la corrupción es un mecanismo válido de crecimiento profesional, podría interpretar que no está mal evadir ciertos procesos; puesto que a los que rompieron las reglas antes no les fue tan mal.

El burócrata se enfrenta entonces a un dilema. La primera opción es continuar su carrera y evitar ser parte de actos dolosos, poniéndose alerta para evaluar en qué momento es necesario poner los dos pies afuera. En este escenario, sin haber hecho nada, se genera incertidumbre, lo que afecta la productividad, el compromiso y el ambiente de trabajo. Aquí hay ya un costo social relevante y escondido. La segunda opción es aún más peligrosa y perjudicial para la sociedad. El burócrata podría asimilar el mensaje de que la corrupción es un mecanismo válido de crecimiento profesional, podría interpretar que no está mal evadir ciertos procesos; puesto que a los que rompieron las reglas antes no les fue tan mal. Aquí radica el mal peor: la naturalización de comportamientos antiéticos es la semilla de la corrupción estructural, un cáncer que es prácticamente imposible de extirpar.

El Gobierno debe erradicar urgente y visiblemente todo rastro de corrupción, no solo por sus efectos económicos sino por el impacto social que provoca tener una burocracia desmotivada. En los últimos 10 años se invirtieron ingentes recursos en contratar, capacitar y formar un aparato burocrático más moderno, dinámico y servicial. Si no se ataca rápidamente la corrupción y se hacen visibles los resultados, esa inversión corre peligro en su totalidad, con el agravante de que convencer a buenos perfiles costará, económica y simbólicamente, cada vez más.

(O)

 

Publicación Original:

https://www.eluniverso.com/opinion/2017/06/07/nota/6219229/corrupcion-danos-colaterales

Sobre los nuevos cambios del INEC en las categorías de empleo

Byron Villacis

El Instituto de Estadística de Ecuador (INEC) ha vuelto a realizar un cambio en las categorías de análisis del Mercado Laboral sin previa discusión ni aviso. En Octubre del 2014 eliminó la anteriores categorías de Ocupación Plena, Subempleados y Ocupados no Clasificados y las reemplazó por Empleo Adecuado, Empleo Inadecuado y Empleo no Clasificado. En ese cambio el Subempleo se redujo en considerable proporción al convertirse en una subcategoría del Empleo Inadecuado. En su momento realicé tres críticas a estas modificaciones: 1) las connotaciones de juicio de valor de palabras como “inadecuado” se deben evitar en estadística pública: confunden y hasta pueden generar problemas de interpretación de legalidad de empleo, 2) la ausencia de un marco teórico y de una discusión interinstitucional PREVIA para realizar ese cambio y, 3) el INEC argumentó que los cambios se realizaron porque la OIT los recomendaba, cosa que no aparecía explícitamente en ningún documento oficial internacional hasta antes de los cambios realizados. En ese momento dije que el INEC tarde o temprano tendría que cambiar esas denominaciones, pero que lo urgente era que lo haga en un proceso transparente y participativo.

A menos de dos años de ese cambio, los reportes de Marzo del 2016 y en especial de Junio del 2016 vuelven a presentar modificaciones sin previo aviso ni discusión. Aquí se resumen los cambios aparentes al comparar los reportes de Diciembre 2015 con Junio 2016. Desafortunadamente no hay un documento oficial que explique si hay más cambios, por qué los realizaron, con qué marco conceptual y si alguna institución intervino en la discusión.

  1. Desaparece, de las presentaciones y de las bases de datos, la categoría “Empleo Inadecuado”. A pesar de que los últimos documentos metodológicos disponibles siguen describiendo al Empleo Inadecuado como una categoría oficial, en los reportes de Marzo 2016 y Junio 2016 la categoría ha desaparecido. Se asume que decidieron unilateralmente disolver el indicador en las tres partes: 1) la tasa de Subempleo (que no son los Subempleados de la metodología previa a Octubre del 2014), 2) la “Tasa de Otro Empleo No Pleno” (que se asume es lo que antes se conocía como la tasa de “Otro Empleo Inadecuado”) y, 3) la Tasa de Empleo no Remunerado. Es decir, se elimina de los reportes el Empleo Inadecuado y se cambian las etiquetas de otras categorías.
  2. Se cambia la denominación de “Empleo Adecuado” por “Empleo Adecuado/Pleno”. Es decir se recupera en parte la denominación de antes del 2014 (Ocupado Pleno) pero manteniendo la palabra Empleo (a pesar de que los individuos incluidos en esta categoría trabajan pero no necesariamente por un salario, por ello era más idóneo llamarlos Ocupados, como estaba antes del cambio del 2014).
  3. Se promociona una nueva categoría: “Empleo Bruto”. La serie estadística de este indicador se empieza a presentar desde el último trimestre, a pesar de que no existe hasta la fecha un solo documento que explique de donde salió este indicador, bajo qué marco conceptual, con qué intención o bajo la discusión de que entidades[1].

Ud. Puede ver los cambios realizados aquí.

¿Qué consecuencias tienen estos cambios? 1) Dificultan la lectura de la evolución del mercado laboral, primero disolviendo la categoría original de Subempleados para luego convertirla en Inadecuados y para finalmente eliminar la categoría agregada. 2) Se crea una categoría sin referencia técnica, metodológica o académica o en el peor de los casos se usan indistintamente palabras como si significaran lo mismo y se las cambian informalmente, sin anuncios, sin discusión. 3) Obscurece la forma de evaluar la verdadera variable de interés del mercado laboral ecuatoriano: los subempleados. Ese debería ser el centro de atención de política publica. Y finalmente lo más grave: 4) Se cambian categorías, denominaciones de indicadores, bases de datos y reportes sin previo aviso ni discusión, con una informalidad riesgosa. No se sabe si el siguiente trimestre habrá un nuevo cambio, si estos se mantendrán o que motivará uno nuevo. Dificulta analizar el mercado laboral justo cuando más ayuda y nuevas ideas se necesitan: para entender lo que esta pasando y ayudar al país se necesita saber que sucede con su fuerza laboral; dos cambios en menos de dos años y sin justificaciones no colabora con la institucionalidad ni transparencia estadística del Ecuador[2].

 

[1] El INEC ha respondido oficialmente en su portal que este indicador se lo viene usando desde el año 2007 y además cita dos documentos donde dice que se puede encontrar las definiciones y tabulados. Luego de revisar detenidamente la respuesta se evidencia que el INEC esa confundiendo “Empleo Bruto” con “Tasa de OCUPACION Bruta”. Es decir, considera que la palabra “Ocupación” significa lo mismo que “Empleo”. Claramente esto es una consecuencia de no atender a la importancia de respetar etiquetas, denominaciones y sobre todo su concepto teórico. Son dos etiquetas distintas, que significan dos cosas distintas. Cuando el INEC introduce un nuevo indicador asumiendo que significan lo mismo confunde conceptos y por ende confunde al usuario. Apelo a la rigurosidad metodológica y me pregunto: ¿Qué tan sencillo seria cambiar las palabras de indicadores en Institutos donde la normativa se basa en conceptos? ¿Cómo el usuario sabe cuando el Instituto cambió una palabra y no quiso cambiar un concepto? ¿Cómo el usuario sabe cuando un concepto es distinto pero se mantiene la etiqueta o palabra? Para eso sirven las metodologías y para eso se exige que se respeten los detalles de las metodologías con rigor y disciplina: porque son elementos técnicos que se deben manejar con transparencia, no con informalidad. Por mínimo que sea el cambio que se decide realizar debe explicarse con ANTICIPACION y ARGUMENTACIÓN CONCEPTUAL. No son denominaciones o categorías que se las puede cambiar o manipular con informalidad porque son datos oficiales.

[2] El INEC ha respondido oficialmente que los cambios realizados son estéticos y de forma. Quisiera que los autoridades y técnicos del Instituto (que dicho sea de paso son excelentes personas) se pregunten en sus adentros si cambios como los realizados serian permitidos de ejecutar en otros institutos de la región y el mundo sin previo aviso. ¿Qué pasaría si de un día a otro se cambian los nombres de variables, las bases de datos y las presentaciones de las encuestas de empleo de por ejemplo el INSEE de Francia o el Labor Bureau de los EEUU? ¿Qué respondería un técnico —honestamente— si luego de modificar palabras, eliminar otras y cambiar bases de datos de una encuesta fundamental se le consulta si eso significa o no cambio de metodología? La respuesta la dejo para cada uno, con el honesto ánimo de pedir formalidad en el manejo de información sensible como la estadística pública, que nos pertenece a todos.

Ecuador, Colombia y Perú: Mercado Laboral PRIMER Semestre 2016 y Perspectivas

Por Byron Villacis y Daniela Carrillo.


Secciones (Hacer click para saltar a la sección de interés)

Mercado Laboral en los tres países en conjunto

Ecuador: Diagnóstico

Ecuador: Perspectivas 2016

Colombia: Diagnóstico

Colombia: Perspectivas 2016

Perú: Diagnóstico

Perú: Perspectivas 2016

Aspectos Metodológicos en Ecuador, Perú y Colombia

Mercado Laboral en los tres países en conjunto

Para analizar la dinámica laboral de la región es necesario poner en contexto el tamaño de cada mercado. En esta sección presentamos cuatro estadísticas en valores absolutos con el fin de dimensionar el tamaño de cada país en torno a la fuerza de trabajo y la tendencia en los últimos años. Para analizar la evolución de las principales variables en valores relativos (tasas), recomendamos recurrir a las secciones de cada país.

El primer elemento que hay que considerar es el tamaño poblacional que representan Colombia y Perú en comparación con Ecuador. Esta es la serie de datos de población registrada en los censos de población de cada país y las estimaciones disponibles a la fecha del reporte. Colombia tiene tres veces la población de Ecuador y Perú dos veces.

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Aunque comparten ciertas características demográficas que hacen que los tres países tengan estructuras similares, es necesario tomar en cuenta que la población en edad de trabajar colombiana es la mas grande, no solo en valores absolutos sino en tasas de crecimiento.

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A pesar de que la Población Económicamente Activa tiene particularidades de definición en cada país, mostramos los datos tendenciales para los tres países donde se ve una dinámica creciente para Colombia con una ligera caída en el ultimo semestre. Perú tuvo un marginal incremento mientras Ecuador no termina de despegar. En conjunto, en los tres países hay 50,2 millones de personas económicamente activas, de las cuales casi el 50% esta en Colombia, 35% en Perú y 15% en Ecuador.

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En términos de población ocupada, las proporciones se mantienen. Sin embargo, hay un bajón en el último semestre para Colombia y un ligero incremento para Perú. Ecuador no presenta mayores cambios.

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Finalmente presentamos el peso del sector público en la región y nuestros países analizados. Llama la atención: 1) que los tres están por debajo del promedio latinoamericano, 2) la similitud (en términos relativos) entre Perú y Ecuador y, 3) la reducción en la proporción del peso público para Colombia en los últimos cuatro años.

Porcentaje de Población Urbana Ocupada en el Sector Público

grafico5

Fuente: OIT 2014, Elaboración: Autores

 

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Ecuador: Diagnóstico 2016

En el mes de junio de 2016, la Población en edad de trabajar (PET) en el Ecuador llegó a 11’557.285 personas y la Población Económicamente Activa (PEA) fue de 7’831.981 personas. De dicha población, la cifra de los empleados es de 7’415.099 personas y la de los desempleados 416.883.

Evolución de Población Económicamente Activa (PEA) y

Población en edad de trabajar (PET) – Ecuador6

Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC)
Elaboración: Autores

La tasa de participación global en el Ecuador se ubica en el 67.8%, la cual supera a la del 2015 en 1,9 puntos. Este es un indicador de que más miembros de los hogares están buscando empleo. Así mismo, Ecuador registra una tasa de desempleo de 5,3% a nivel nacional (urbano y rural), de 6,7% en el área urbana y 2,6% en el área rural. Al comparar el desempleo nacional con Junio de 2015 (4,5%) muestra un incremento de 0,8 puntos porcentuales.

Evolución del desempleo – Ecuador

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Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC)
Elaboración: Autores

El desempleo en las cinco principales ciudades en junio de 2016 es de 7,1% en Quito, 5,3% en Guayaquil, 3,3% en Cuenca, 4,6% en Machala y 5,3% en Ambato. En relación a junio del 2015, existió un incremento estadísticamente significativo en la ciudad de Quito.

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Los desempleados, son en junio de 2016 en su mayoría cesantes (84,3%), es decir son personas que previamente tuvieron un empleo, mientras que la categoría de nuevos se refiere a personas que por primera vez ingresan al mercado laboral, un ejemplo son los profesionales recién graduados.

 Desempleo por situación laboral previa – Ecuador

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Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC)
Elaboración: Autores

El empleo es generado principalmente por el sector privado. En junio de 2016 dicha relación fue de 91% para el sector privado y 9% el público. Esta tendencia no ha cambiado en los últimos 9 años en el Ecuador. Los sectores económicos de mayor contribución en el número de personas con empleo son -en orden de importancia: Agricultura, Comercio y Manufactura, 56 de cada 100 empleados se ubican en estas tres ramas de la economía. En relación al mes de junio de 2015, se registra una reducción en la participación del sector construcción.

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El empleo en el sector informal incrementó su participación en el mes de junio de 2016, 3.7 puntos porcentuales en relación a junio de 2015. [1]

Empleo según sector – Ecuador

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Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC)
Elaboración: Autores

La cobertura de seguro los empleados presenta una caída en junio de 2016, el seguro general disminuye en relación a junio de 2015. La población empleada sin algún tipo de seguro presenta un ligero aumento entre los dos meses.

Empleo según cobertura de seguro – Ecuador12

Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC)
Elaboración: Autores

El empleo asalariado presenta una disminución en junio de 2016 de 3.5 puntos porcentuales en relación a junio de 2015.

 Empleo según tipo de trabajo – Ecuador

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Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC)
Elaboración: Autores

El empleo adecuado se ubica en 41,0%, inferior al de junio de 2015 (45,9%), el subempleo (bajo la nueva categorización) se ubica en 16,3%, superior a la tasa de junio del año anterior en 4,1 puntos porcentuales.

Evolución del empleo – Ecuador

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Fuente y Elaboración: Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC)

El subempleo en las 5 ciudades más importantes presenta un incremento en relación a junio de 2015, especialmente en Quito y Guayaquil.

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Hasta diciembre de 2015, el INEC presentaba en sus reportes la serie del “Empleo Inadecuado” en el Ecuador, en dicho mes, la tasa fue de 48.09%. A partir de Junio se ha eliminado la variable de las presentaciones y ha cambiado de nombre, sin explicación previa por parte del Instituto. Aún se puede realizar comparaciones usando los subcomponentes del antes denominado Empleo Inadecuado y calculando desde la base de datos, pero estamos asumiendo que no hay modificaciones en su cálculo, a pesar de que hay modificaciones en los nombres de los indicadores. Hemos preparado un Anexo donde explicamos las diferencias que encontramos en el reporte. Sugerimos extrema precaución al momento de leer los nuevos reportes porque se desconoce el alcance, motivación y estabilidad de los nuevos formatos y definiciones.

Si asumimos que el cambio es solamente en el nombre de las variables, el Empleo Inadecuado pasó de 49,1% en Junio del 2015 a 53,3% en Junio del 2016; es decir un incremento de más de 4 puntos porcentuales lo que significa más de medio millón de personas de incremento.

A pesar de que los tres países analizados no comparten la misma metodología de cálculo del Subempleo, sirve compararnos para saber que tan distintas son las estructuras laborales bajo su propia definición. El Subempleo en Colombia esta en 39,9%, en Perú esta en 33,1% mientras que, bajo la nueva definición el Subempleo en Ecuador, esta en 16,3%. Sin embargo, el “Empleo Inadecuado” (que ha desaparecido como indicador explícito de las presentaciones y bases de datos) está en 53,3% y si a éste le quitamos el Empleo No Remunerado llega a 43,6%. Consideramos que la población en condiciones de vulnerabilidad laboral están entre 43,6% y 53,3%. No consideramos que el 16% (bajo la nueva metodología) refleja adecuadamente el valor del subempleo en Ecuador.

Última presentación disponible (Diciembre 2015) donde se exponía explícitamente la evolución del Empleo Inadecuado – Ecuador

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Fuente y Elaboración: Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC)

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Ecuador: Perspectivas 2016

El primer semestre de 2016 muestra un incremento de la oferta laboral, combinada con un bajo crecimiento económico y una débil demanda de trabajo. Esto conduce a variaciones en el nivel de empleo y sobre todo a que más miembros por hogar busquen trabajo. Este fenómeno arroja varias hipótesis respecto a este incremento de la PEA:

  1. Empleados que han perdido su trabajo están buscando trabajo de forma temporal, para solventar aunque sea gastos de corto plazo.
  2. Población que había abandonado el mercado de trabajo para estudiar y formarse han vuelto al mercado a buscar empleo.
  3. La gente busca incorporarse al mercado de trabajo porque a otros miembros del hogar se les ha terminado su contrato o su remuneración no es suficiente para solventar las necesidades familiares. Por ejemplo, si se nota inestabilidad de los ingresos del padre de familia, la esposa o uno de los hijos sale a buscar trabajo, ampliando la PEA.
  4. Dadas las malas perspectivas y coyuntura económica, otros miembros del hogar se animan por buscar empleo.

La tasa de ocupación por lo general sigue el comportamiento de la tasa de crecimiento económico, un bajo crecimiento económico puede verse reflejado en un incremento de la ocupación en actividades de escasa productividad y bajos ingresos. Si bien en términos absolutos el número de ocupados (población con empleo), muestra una tendencia creciente, dicho crecimiento se explica por el aumento del subempleo (no solo el subempleo bajo la definición post 2014, sino lo que formalmente se lo conoce ahora como Empleo Inadecuado pero que en esta presentación oficial ha desaparecido).

Un estancamiento económico conducirá, en el escenario más probable, a la reducción del empleo formal. El sector privado buscará mantener su nivel de producción a un menor costo, lo cual implica recortes de masa salarial, recortando personal o prefiriendo la contratación de empleo menos calificado.

El sector público podrá crear empleos temporales, como respuesta a la crisis económica y al estado de emergencia por los desastres naturales ocurridos en la región costa. Sin embargo, no consideramos que las finanzas públicas tienen espacio para esta estrategia.

A futuro resulta imprescindible analizar la composición del segmento de la población con empleo. En junio de 2016, el empleo no remunerado y otro empleo no pleno (bajo la actual categorización), crece en términos absolutos. La participación del empleo no remunerado se ha incrementado en relación al mes de junio del 2015, de mantenerse esta tendencia se evidenciará una incapacidad del sector formal de absorber a personas que no consiguen empleo y que trabajan por cuenta propia sin retribución económica.

En términos de política publica eso arroja tres conclusiones:

  1. La proporción que debe ser prestada atención no solo es el desempleo, sino el subempleo. Y no solo el subempleo como ahora se lo conoce, sino las categorías de Otro Empleo No Adecuado y el Empleo No Remunerado. Los hacedores de política pública deben entender que estas tres agrupaciones en conjunto son empleados en condiciones de vulnerabilidad (declaren o no estar buscando otro empleo) y que su fuente de ingresos es inestable, por ende su presupuesto familiar esta en riesgo. Dentro de esta proporción hay que prestar atención a Quito, Guayaquil y Machala. A diferencia de la crisis de 2009, ahora la reducción de empleos no solo esta afectando las ciudades con relación al comercio internacional, sino las que dependen mas de comercio interno. La estrategia debe ser estructural.
  2. La válvula de escape ante esta coyuntura será el crecimiento del sector informal. Los miembros de los hogares van a estar dispuestos a generar ingresos a como de lugar, y la informalidad es una salida estructural de la economía ecuatoriana.
  3. A diferencia de los precios de bienes y servicios medidos por la inflación, el mercado laboral reacciona mas lento: tanto para recibir impactos de crisis como para reajustarse a nuevos escenarios, se demora más. Estimamos que una recuperación en los niveles de empleo del 2014 los vamos a tener en el segundo semestre del 2017, siempre y cuanto se analice la variable mas sensible del mercado laboral: los subempleados (en sus tres categorías) y los informales (no solo los que tienen RUC o RISE).

 

[1] Vale tomar en cuenta que consideramos que la métrica de Empleo Informal se encuentra subestimada. El INEC cambió su forma de cálculo en el 2015 e incluye en este grupo solamente a las personas que tienen registro con la entidad colectora de impuestos (SRI). Consideramos que el concepto de informalidad es más amplio, más adelante explicaremos una alternativa analítica.

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Colombia: Diagnóstico 2016

Colombia reportó una tasa de desempleo nacional a Mayo del 2016 del 8,8%. El dato de desempleo a trimestre móvil (Marzo, Abril y Mayo) es de 9,3%. Luego de tener un repunte los últimos nueves meses, bordeando el 10% y 12%, la tendencia ha vuelto a mantenerse en niveles del 9%. La amenaza de un desempleo creciente parece estar alejándose.

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Los sectores que hay que prestar atención son: 1) la comercial (+0.7%) y 2) el inmobiliario (+0,5). La manufactura vuelve a caer en casi un punto (-0,9%). Estos pesos son incrementos ponderados, tomando en cuenta el peso de la masa laboral en cada sector.

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El DANE reporta el subempleo en dos categorías: subjetivo y objetivo. En la suma de los dos (Subempleo Total) el último valor, a Mayo 2016, llega al 39,9% de la PEA. El 10,6% corresponde al Subempleo Objetivo y el 29,3% al Subempleo Subjetivo. Como se puede observar en la gráfica, no existen variaciones significativas de corto y mediano plazo para ambas métricas.

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Colombia: Perspectivas 2016

Colombia se encuentra en periodo de recuperación macroeconómica. Desde el 2015 venia arrastrando efectos negativos de al menos tres factores que golpearon su economía: 1) la caída de los precios del petróleo, 2) los impactos del Fenómeno del Niño, que en un principio no se esperaban tan fuertes pero que sí tuvieron efectos intensos y, 3) la devaluación del peso debido a la coyuntura internacional del dólar. Como consecuencia de estos impactos su autoridad monetaria modificó las tasas de interés con el objetivo de controlar el nivel general de precios. Si bien el objetivo era alcanzar niveles del 6% en el 2016 y 4% para el 2017, al parecer la inflación va a ser mas alta pero controlada: alrededor del 7 % u 8%. Estos factores motivaron a que los niveles de desempleo lleguen a bordear ciertos meses el 10%. A partir del último semestre la tendencia ha sido a la baja y se muestran mejoras en las cifras, lo que demuestra una buena y una mala noticia para el mercado laboral colombiano. La buena es que los efectos de los shocks del 2015 están diluyéndose y esta recuperando niveles de empleo. La mala es que Colombia parece tener una estructura fija en su mercado laboral en la que alrededor del 8% de su población activa no logra integrarse a los empleos estables. Ese cinturón que siempre esta presente en la economía colombiana es seguramente fuente de una baja movilidad social y desigualdad, que inclusive en periodos post crisis parece no beneficiarse.

Sin embargo, el panorama macroeconómico de corto y mediano plazo colombiano parece ser positivo. Hay hitos políticos y económicos que favorecen su clima de inversión y podría potenciar su recuperación en niveles superiores a los del periodo previo al 2014. Consideramos que en lo que resta del 2016 hay al menos 4 factores que se convertirán en pivote: 1) el cierre de los acuerdos de paz y sus referendos, que si bien no significan inyección directa de recursos, es sin lugar a duda una de las noticias históricas mas positivas que ha tenido Colombia. De llegar a darse relajaría de forma positiva la expectativa de inversión y potenciaría áreas de crecimiento no antes vistas. Potencialmente ayudará a incluir en programas sociales ciertos municipios que han sido referencia de exclusión. 2) el efecto del paro de camioneros que afectó el nivel de precios parece estar resolviéndose. 3) está por llegar la definición de presupuestos para el 2017. Esta sana costumbre ayudará a identificar cuales son las expectativas de inversión en la industria y manufactura del sector público y privado y, finalmente; 4) Colombia esta a punto de discutir una reforma tributaria que al parecer intentará aumentar la base gravable y extender la duración de determinados impuestos. Las últimas reformas tributarias fueron en el 2014 donde se mantuvo el gravamen del IVA a movimientos financieros hasta el 2018, se creó un impuesto a la riqueza y se creó una sobretasa al impuesto sobre la Renta para la Equidad (CREE).

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Perú: Diagnóstico 2016

Recordemos que los datos más frecuentes del mercado laboral peruano provienen de una encuesta que cubre Lima Metropolitana, no de la totalidad del territorio nacional. En este ámbito geográfico, la Tasa de Participación es del 68,3% en el último reporte disponible (trimestre Abril-Mayo-Junio 2016). La PEA de Lima Metropolitana llega a 5 millones 100 mil personas. Dentro de la PEA, el 93% esta ocupado (alrededor de 4,7 millones) y 7% esta desempleado (alrededor de 356 mil personas). En el primer gráfico se puede observar como el mercado laboral sufrió inestabilidad desde mediados del 2014 hasta inicios del 2016, sin embargo no ha abandonado su tendencia y, según el ultimo reporte, parece volver a estabilizarse a mediados del 2016.

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La siguiente gráfica analiza la variación de la población ocupada que superó el 3% a inicios del año pero ahora se encuentra nuevamente en niveles del 2%. En cuanto a la composición de los Ocupados, el Empleo Adecuado se encuentra creciendo en 2,9% (con respecto al mismo trimestre del año anterior) y el Subempleo también se encuentra subiendo en 1,5%. Dentro del Subempleo, se puede analizar el Subempleo por horas y por ingreso. En el primer caso el subempleo disminuyó en 5,5% mientras que el Subempleo por Ingreso subió en 4,7%. Las tasas de subempleo en Lima Metropolitana llegan a 33%: 9,5% del Subempleo por horas y 23% del Subempleo por ingresos.

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Perú: Perspectivas 2016

Perú es el país con la mejor perspectiva macroeconómica al comparar los tres países: tendrá el segundo crecimiento más alto de la región (~3,7% para el 2016 y ~4% para el 2017), superado solamente por Bolivia (~3,8%). El gran hito político que sin lugar a duda afectará su economía es el cambio de gobierno este 28 de Julio. El nuevo ministro será Alfredo Thorne (mexicano, Phd-Oxford) que ha declarado que tiene tres metas: 1) reforzar condiciones para promover la inversión privada (que viene cayendo varios trimestres en el Perú), 2) retomar el crecimiento superior al 5% del PIB (hay que tomar en cuenta que Perú se acostumbró a crecer alrededor del 6% y ahora le pesa crecer a niveles del 4%) y, 3) ayudar a la formalización de la economía. Un punto interesante es que es la única autoridad económica de los tres países que ha declarado tener interés en reducir la informalidad en el mercado laboral. El nuevo ministro además ha reclamado que mantendrá la disciplina fiscal para alcanzar el déficit de 1% en el año 2021.

Puertas adentro, los analistas consideran que Perú es vulnerable debido a que la actividad económica esta impulsada por pocos sectores pero no por incentivos diversificados ni por una demanda estructural. De hecho, los grandes impulsores del primer trimestre fueron: 1) la pesca, que tuvo un enorme crecimiento en Diciembre 2015 debido a factores climáticos y, 2) la minería debido al funcionamiento de los —largamente planificados— proyectos de cobre Toromocho (Junín) y Constancia (Cusco). En Perú, el sector fundamental es el consumo privado (~60% de PIB), por lo que el fin del 2016 se definirá en base a las expectativas que Kuczynski y su equipo definan respecto al consumo de hogares.

El rubro que preocupa es la caída de inversiones privadas (-2% en 2014, -4% en 2015 y aproximadamente -5% en 2016) que representan el 22% de PIB. En este panorama se vuelve sensible en el segundo semestre: 1) lo que hará el nuevo gobierno respecto a anuncios de nueva infraestructura, 2) la real influencia de los proyectos Las Bambas (Apurímac) y la ampliación de Cerro Verde (Arequipa). En general el panorama macroeconómico peruano es el mas positivo de los tres países analizados, aunque la aceleración o no de su crecimiento dependerá de la transición política y su apego a la disciplina fiscal, como lo declaró su actual ministro Alonso Segura (Phd-U. Pennsylvania).

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Aspectos Metodológicos en Ecuador, Perú y Colombia

En Ecuador, la información del mercado laboral es generada mediante la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU). Trimestralmente se encuestan 16.044 viviendas en las zonas urbanas y rurales. Semestralmente la encuesta extiende su muestra a 31.092 viviendas en las zonas urbanas y rurales. La información que se analizará para Ecuador en este texto corresponde a la encuesta del mes de Junio de 2016. Esta encuesta en particular permite realizar conclusiones a nivel nacional y regional, en zonas urbanas y rurales y para las cinco ciudades más grandes del país: Quito, Guayaquil, Cuenca, Machala y Ambato. Enfatizamos que a diferencia de Colombia y Perú, la encuesta de Ecuador recoge la dinámica del empleo del tercer mes del trimestre y no del trimestre agregado.

Los resultados de la encuesta incorporan redefiniciones conceptuales en los indicadores realizadas en diciembre del 2014 y además modificaciones a categorías realizadas en el segundo trimestre del 2016. En análisis anteriores a este cambio, nos hemos referido a la ocupación plena, el subempleo y los ocupados no clasificados como las tres categorías que forman parte del universo de los “ocupados”. Desde diciembre de 2014, esta categoría se denomina “empleo” y es desagregada en: a) empleo adecuado; b) empleo inadecuado y c) no clasificado. El subempleo es actualmente una subcategoría del empleo “inadecuado” y corresponde a la sumatoria del subempleo por insuficiencia de tiempo de trabajo y por insuficiencia de ingresos. A partir del segundo trimestre del 2016 se elimina la categoría “Empleo Inadecuado”, se modifican los nombres de otras categorías y se publica un nuevo indicador: “Empleo Bruto”.

La información del mercado laboral en Colombia proviene de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), la cual se recolecta en 13 ciudades y sus áreas metropolitanas, 11 ciudades intermedias, 8 capitales de nuevos departamentos; cabeceras y centros poblados y rural disperso en más de 443 municipios del país. Es una encuesta por muestreo probabilístico, estratificado, de conglomerados y multietápica. La muestra mensual es de 20.669 hogares, 18.790 viviendas y 1.879 segmentos. El periodo de referencia es la semana inmediatamente anterior a la que se realiza la encuesta. Los reportes de este país permiten tener una evaluación del mes y del trimestre móvil.

La información del mercado laboral en Perú se mide trimestralmente (trimestre móvil), utilizando como fuente de información, la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO). Dicha encuesta se desarrolla en aproximadamente 5.000 viviendas del área urbana de los 24 departamentos y la Provincia Constitucional del Callao. Al igual que Colombia, esta periodicidad permite evaluar el comportamiento estacional del desempleo. La cobertura comprende el total del área urbana del país. El análisis no incluye el desempleo rural y los reportes mayoritariamente se centran en la zona del “Gran Lima”.
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Análisis elaborado por Byron Villacis y Daniela Carrillo, Julio 2016.